miércoles, 3 de junio de 2009

los hijos de Hannuman y la realidad





3 de junio de 2009
Hanuman Ghat
Udaipur
Día 7

El día de hoy empezó auspiciosamente. Mientras me afeitaba después de la práctica y ducha de primera hora, por la ventana de mi cuarto vi un grupo de monitos, herederos de Hannuman, el hijo del viento. Algunos estaban tranquilos sentados espurgándose detrás de la cúpula del templo de Shiva, otros jugaban en las ramas del árbol de mangos, frente al semiseco lago Pachola, apropiadamente en el Hannuman Ghat.
Desayuno de yogur casero con miel y bananas maduras, un alimento perfecto. Y después en tuktuk al Sêva Mandir, una ONG india que se dedica al desarrollo rural y el fortalecimiento de la mujer. Parece que funciona fantásticamente. Larga conversación con Príti, la directora; una fantástica persona, muy inteligente y de muy buen trato, le gustó aparentemente que apareciera un argentino entre tanto estadounidense. Charlamos bastante y creo que podremos hacer alguna cosa, se verá. Ya iré desarrollando más este proyecto.
Más, decidí quedarme al menos un mes en Udaipur, así que ya hice contactos para alquilarme una casita.
Durante el día me tomé un jugo de caña con menta, limón y sal negra, al pié del trapiche, después un coco verde, más a la tarde un jugo de lima dulce (nosotros no tenemos, por fuera parece el limoncito caipirinha que hay en el Brasil pero el sabor es increíblemente dulce, como si le echaran azúcar, pero no le echan) y varios litros, creo, de tereré, el regalo de los correntinos.
Pasaron más cosas durante el día, o, más bien la noche, pero no sé si contar... bueno, resumo sucintamente: acompañando a una señora estadounidense a su hotel, pasadas las nueve de la noche, unas nenitas que se estaban refrescando bajo la manguera nos saludan y nos invitan a su casa, lógico que declinamos, pero insistieron tanto con sus please five minutes please, y con unas sonrisas tan lindas que finalmente aceptamos. Dos habitaciones, padre, madre, seis hijos y dos entenadas. Nos dieron chai, a la señora la pintaron con hena y yo conversé con el padre. Gente pobre entre los pobres, el hombre es conductor de tuktuk, empleado del dueño del vehículo y gana por mes 3000 rupias, 45 euros, 1000 se le van en el alquiler abusivo de la pequeña vivienda y el resto en comida y medicina para el hijo menor que parecía muy enfermo. Veremos qué se puede hacer, pero me imagino que en tal situación cualquier ayuda será poca, en fin, el lado triste de la India, o de la Argentina, o del barrio de la Mina, atrás mismo del Forum de Barcelona.
En fin, las cosas son reales y tienen muchos matices, por supuesto, pero la vida es buena y abundante aquí, ciertamente, incluso más que en muchos otros lados.
Hoy discúlpenme que no desarrolle más, es que vengo justamente de la casa de esta gente y me quedé un poco introspectivo, mañana intentaré escribir más detalles, esto fue sólo para dejar registro del día...

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