domingo, 31 de mayo de 2009

El precio de la lección

29 de mayo de 2009
Majnu-ka-Tilla
Delhi
Día 2


Hoy sí que hice todo mal, pero al final salió todo lindo, delicioso, así que, como repiten acá ante cada cara de sorpresa “don guori, nou problem, evritin is pósibol”, son una gente divina.
Macanas que me mandé: a pesar de lo que sé desde hace años y de lo que todos los que dan buenos consejos aconsejan, me relajé y me dejé llevar por el conductor del tuc tuc (el triciclo motorizado maravilloso que es como un cohete) a otro lugar, yo dije a dónde quería ir y el tipo me dejó en otro punto diciéndome que habíamos llegado, yo sospeché, no me parecía que pudiera ser ahí, pero no me animé a discutir, big mistake! Cuestión que como el flaco este me largó en cualquier lado yo quedé a merced de los depredadores y terminé pagando un montón de dinero y perdiendo medio día en cosas que en verdad no quería hacer, en fin, el precio de la lección, pero fue divertido sin embargo y cuando los lobos terminaron conmigo me dejaron otra vez donde les venía bien y esta vez yo casi que agradecí al señor que al fin me dejaran tranquilo ( y jurando que no me dejo agarrar nunca más) y aparecí a poca distancia de un lugar de otro mundo: el Fuerte Rojo. Espectacular, me pasé todo el resto del día ahí adentro, impresionante, de lo que fue otrora un fuerte, quedan hoy las formidables murallas y dentro un parque inmenso con distintos palacios de las mil y una noches, todo hecho de mármol labrado como si fuera el más fino encaje y, en las paredes de mármol blanco, incrustaciones de otros mármoles, rojos, verdes, azules, dibujan plantas, flores, pájaros, como dirían en Barcelona “tujuro noi” es increíble, un sueño. Y la gente, los turistas indios de todo el país, van en familia, todos vestidos con sus mejores ropas, era de verdad, como estar en las mil y una noches, pero de día. Lo más simpático es que yo era una curiosidad exótica para ellos y todo lo que hiciera despertaba mucho interés, me sentí muy raro, pero no incómodo. Constantemente alguien se me acercaba y me decía lo mismo, pero calcado, que ya me habían dicho otros quinientos: good afternoon sir, what’s your name? where are you from? oh, argentina, beautiful country! todos, todos ¡todos dicen lo mismo! me hacen reír muchísimo, hay una especie de inocencia y mucha curiosidad y simpatía, cuando me ven en el tuc tuc o en un rikshaw (esos taxis de bicicleta que me encantan, un duro trabajo para el ciclista, pero se gana la vida mejor que varios que uno ve por ahí, acá y en casa), decía, cuando me ven en uno de esos, muchos me saludan o me sonríen, la verdad, son un encanto, hasta compensan a los cretinos que me atraparon toda la mañana.
Volviendo al Fuerte Rojo, está más lleno de pájaros aún que el resto de la ciudad y eso es muchísimo decir, y hay más ardillas también. Justo estaba filmando una ardillita de lo más simpática para compartir con ustedes y me apareció delante de la cámara una chiquita preciosa, de unos ocho años, con su hermanita de cuatro, con unas sonrisas que sólo acá se ven. Mucho inglés no hablaban, pero yo ya sabía lo que querían saber, claro, así que nos comunicamos en una especie de hinglish improvisado por los dos lados y muchas sonrisas, le di la cámara y quedó loca de contenta filmando un ratito, fantástica esta gente, no apareció ninguna madre asustada ni represora, de hecho, no apareció ninguna madre, los niños de este país se van a ahorrar tantas neurosis...
Sigo sin encontrar una forma de enviar todo esto, pero mañana me voy al centro otra vez y seguro que encuentro, no problem, everything is possible!


Gordo Kury

2 comentarios:

  1. Conozco el Fort Red de N. Delhi, estuvimos con Haydeé aproximadamente en el '94. No se que es el tuc tuc,fuimos en lo que yo digo es un rikshaw, realmente era una vespa tuneada de 3 ruedas con la que el conductor le hacía finitos a cada colectivo que encontraba, ¡que cagazo!
    EL MATÉMESZ

    ResponderEliminar
  2. jajaja sí eso es el tuctuc, la vespa tuneada ajjajaja

    ResponderEliminar